Practicar yoga sin ropa tiene muchos beneficios para las mujeres como la de mejorar su autoestima. Muchas personas adoran practicar yoga porque les permite eliminar el estrés, mientras se tonifican los músculos centrales del cuerpo… pero ¿y si en las clases hubiese que estar desnudo?
Una monitora australiana usa un método en el que alienta a sus alumnas a desvestirse durante las sesiones porque considera que esto ayuda a mejorar la imagen corporal que tenemos cada uno, a las relaciones personales y en la vida sexual. «Las alumnas llegan con una bata y se desnudan cuando les apetece», explica la profesora de yoga Rosie Rees en su web. «Es totalmente normal estar nerviosa antes de una clase de este tipo porque todas estamos llenas de inseguridades. Se necesita fuerza y coraje para salir de la zona de confort». ¿Hay hombres en las clases? No, a menos que sea una sesión de yoga para parejas.
Rees era una reclutadora de finanzas en Sydney y en 2012 decidió renunciar a su trabajo. Se fue a la India para aprender yoga y cuando regresó a Australia estuvo viviendo con un nudista, lo que le dio la idea de esta variante de yoga. A sus clases, formadas por entre 15 o 20 personas, acuden mujeres de todas las edades y no solo aquellas que se sienten inseguras con su físico. «Al quitarnos la ropa, eliminamos capas de juicio, máscaras, miedos, sexualidad e ideas preconcebidas. Quitar capas te permite acercarte a las otras personas que hay en la sala ya que todos nos volvemos iguales», comenta.
Ress añade, las mujeres que prueban la experiencia aseguran que después se sienten eufóricas, extasiadas, liberadas y «más enamoradas de sí mismas que en toda su vida». El simple acto de desnudarse «es profundo para muchas mujeres».
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